Los Próximos Pasos
Añadir a FavoritosEstamos viviendo un momento histórico de eclosión, de brote de la conciencia ciudadana en Puerto Rico. Eugenio María de Hostos estaría feliz con el accionar colectivo de las pasadas dos semanas.
Los arrestos por corrupción y fraude de funcionarios y contratistas amigos del poder caldeó los ánimos y las revelaciones del chat del equipo de gobierno encendió la llama que no se apagará hasta que caiga este gobierno. La gente ha dicho que así no se puede vivir, que así "no se brega", como diría el querido amigo/hermano Arcadio Díaz Quiñones.
Como buena parte de sus antecesores en la partidocracia, Roselló ha venido instrumentando políticas asfixiantes para la clase trabajadora puertorriqueña, como lo fueron una mal llamada reforma laboral y el cierre de escuelas públicas. Pero además, las suyas tienen una marca clara: beneficiar amigos y burlar las normas establecidas para otorgar contratos. El gobernador ha sido sordo, ciego y mudo a los reclamos que iniciaron los sectores más afectados por sus políticas. Pero su insensibilidad y enajenación llevó a que prácticamente todo el país reclame hoy su salida. Quienes no la reclaman o no le inician juicio político estando en condiciones de hacerlo es porque tienen algo o mucho que esconder y no se arriesgan a ser delatados por él.
Mas temprano que tarde, Roselló saldrá de la gobernación por la presión ciudadana, que no cesará. Entonces comenzará una nueva etapa, para la cual debemos prepararnos.
En el artículo que publiqué hoy en El Nuevo Día, titulado "La gente ha dicho: “así yo no brego”, identifico algunos asuntos que deben ir atendiéndose simultáneamente en Puerto Rico, para ese momento, a saber:
Primero, es preciso generar consenso para una nueva estrategia integral de desarrollo humano sustentable, que aporte a la creación de un orden económico y social más justo.
Segundo, tenemos que acordar cómo proceder con el tema de la deuda odiosa que nos asfixia y claramente no podemos pagar. La Junta de Control Fiscal solo ha examinado una ruta de reestructuración, que generará mucha penuria en nuestro pueblo. Puede haber otras vías de proceder, de adjudicar responsabilidades y de generar nuevos ingresos para mitigar los daños que ya se han hecho a fondos de pensiones de funcionarios públicos y estimular la economía.
Tercero, tenemos urgencia de establecer prioridades presupuestarias en función de necesidades reales de las personas, así como prácticas sanas y eficientes de administración gubernamental para recuperar calidad y confianza en los servicios públicos. Tres ámbitos son los más urgentes: educación, salud y vivienda.
Cuarto, es imperioso cambiar sustancialmente nuestro ordenamiento político electoral, lo que conllevará trabajo inicial de lograr acuerdos sociales y trabajo legislativo y de revisión constitucional. Cuestiones como asegurar referendos revocatorios que nos eviten las angustias que hoy estamos pasando, incorporar mecanismos para iniciativas legislativas desde la gente, limitar el período de los funcionarios electos, limitar los gastos y el tiempo de las campañas, generar una ley de medios que salvaguarde la ética pública, prohibir el nepotismo, establecer dos vueltas electorales, entre otros, necesitan ser atendidas en el corto plazo para poner en marcha un cambio sustancial. Necesitamos recuperar la política de manos de la partidocracia que la ha desvirtuado. Solo así podremos tener nuevas opciones de cara a las elecciones de 2020.
Y por supuesto, tenemos que continuar la presión para que caiga este gobierno. Creo que tenemos que descentralizar la presión sobre Roselló, lo que tendría el efecto de aliviar la incomodidad que se ha generado para la comunidad de Viejo San Juan. Y dado que la Legislatura se niega a iniciar el proceso de residenciamiento, considero que tenemos que actuar en dos vías adicionales: presionar a todos los altos funcionarios de las agencias gubernamentales para que renuncien y dejar a Roselló sin equipo de gobierno. Ello permitiría trasladar físicamente la protesta hacia las agencias. En segundo lugar, es preciso presionar a los alcaldes PNP y también a todos y cada uno de los legisladores. La presión debe seguir, pero descentralizadamente para que sea más eficaz y para que muchas más personas puedan participar en ella. Hemos comenzado un proceso que no termina con la salida de Roselló porque la agenda de refundar a Puerto Rico nos convoca mucho más.